lunes, 30 de diciembre de 2013

Una “LIBRA” de 80.000 millones de dólares Por Raúl Ochoa, para SudAmericaHoy (SAH)

Sábado 19 de octubre de 2013
Una “LIBRA” de 80.000 millones de dólares
  
Por Raúl Ochoa, para SudAmericaHoy (SAH)
Brasil es un país con una serie de problemas estructurales, que se contraponen a un cercano futuro de enormes posibilidades y riqueza, que bien manejada e invertida puede transformar su famoso potencial de desarrollo, en real.
La licitación del campo de LIBRA, primero bajo el concepto de participación, en el que Petrobrás es único operador con el 30 % y donde ganó el consorcio que ofreció el mayor porcentaje para el Estado brasileño (límite mínimo del 41.65 %), implica la mayor operación de este tipo en los últimos años. Representa una inversión de 80 MM U$S en diez años – sin considerar costos operativos – y se estima que cuando alcance el pico productivo en el 2027, se extraerán 1,4 millones barriles/día equivalente al 65 % de la producción brasileña actual
De las empresas y consorcios que se presentaron, sobresalió el enorme interés chino (adjudicatario final) presente a través de sus gigantes empresas estatales: CNOOC, CNPC y SINOPEC esta última en alianza con Repsol y Petrogalp de Portugal; otros participantes correspondieronn a India, Indonesia, Colombia luego Total y Shell.
Se estima que en este espejo de aguas profundas de 1500 kms2, hay reservas extraíbles de 8/12 MM de barriles y es desde 2008 el mayor descubrimiento a nivel mundial; cabe señalar que desde ese año, de los diez  mayores descubiertas seis son brasileñas, dos iraquíes, una norteamericana y la restante noruega
Este campo de LIBRA mas lo ya descubierto previamente implica que en los próximos 12 años (2013/2025) la inversión brasileña en pre-sal será de 500.000 Millones de U$S – equivalente al actual PBI argentino -; esto llevaría la actual producción de 2,1 M/b/d a 4,2 M o 5,2 M computando el equivalente de gas para el año 2020. Se calcula que para el año 2022, Brasil debería ser exportador neto de 2 millones/b/d (ver gráfico)
Para que esto sea posible, se deberán flexibilizar las normas de contenido local ya que no hay capacidad suficiente de astilleros para armar las 35/40 FPSO (Plataformas semisumergibles, de producción, almacenamiento y transferencia) necesarias, hoy ya hay 34 de las 160 FPSO de todo el mundo y lo que ahora se está entregando corresponde a las más antiguas licitaciones deTranspetro (subsidiaria de logística y transporte de Petrobrás), cuando los requerimientos de contenido eran más blandas; de hecho con las nuevas especificaciones las FPSO saldrían 30 % más caras que sus equivalentes asiáticas, que además las entregan mucho más rápido – la mitad del tiempo incurrido en el Brasil -
Dicho en otras palabras, Petrobrás deberá en 7 años doblar la producción, que previamente le costó 60 años para alcanzarla.
Además de FPSO plataformas, hay que construir una flota de 300 barcos de apoyo marítimo hasta el fin de la presente década y por supuesto ampliar las instalaciones de puertos y construir nuevas terminales, que no alcanzan para satisfacer las necesidades de este nuevo volumen.
En barcos existe actualmente capacidad ociosa, consecuencia del menor ritmo de actividad a nivel global, lo que facilita el alquiler de naves por períodos prolongados y permite planificar la construcción naval con mayores plazos e inclusive armar FPSO sobre la base de navíos; aún así es muy difícil que pueda lograr cumplir con esas metas, por falta de mano de obra calificada y de capacidad de la industria naval.
Para las empresas estatales chinas, el objetivo de lograr ganar la participación del campo de LIBRA obedecía a dos razones concretas: asegurar el recurso y obtener el know how brasileño en aguas profundas que actualmente no lo poseen (su primera plataforma FPSO es de finales del 2011); para lograrlo están dispuestos a financiar no sólo la explotación operativa de presal muy rentable, sino también cofinanciar las dos plantas de refinación previstas por Petrobrás.
Para los expertos de energía brasileños asociarse con los chinos “es como dormir con el enemigo, con los ojos bien abiertos” ya que observan con mucho interés – y preocupación – el joint venture de Sinopec con Repsol y donde el primero ha intentado desde el inicio obtener el conocimiento tecnológico del segundo en aguas profundas, hasta ahora sin éxito.[1]
Lo cierto es que este plan de desarrollo moviliza 16 cadenas de valor, que abarcan aspectos de enorme complejidad operativa, logística, informática, ingeniería, electrónica, naval, defensa geología entre otras.
A esta altura cabría reflexionar sobre cuáles han sido los avances en materia de complementación productiva en el Mercosur, habida cuenta sobre todo en el caso argentino que existiría un potencial para participar tanto en bienes y como en servicios para las cadenas de valor del presal.

[1] Expresión de Alexandre Szklo doctor por la COPPE-UFRJ. COPPE es el Instituto Alberto L. Coimbra de posgrado e investigación en ingeniería, Universidad Federal de R. de Janeiro



Encrucijada o nuevas políticas Por Raúl Ochoa

REVISTA CONTAINER Nº 97 – Octubre 2013
Encrucijada o nuevas políticas
Por Raúl Ochoa
Las cifras de intercambio comercial van indicando las crecientes limitaciones a las políticas defensivas de control de las importaciones y de cepo cambiario. La gravedad de la crisis energética y su posible continuidad por un período no menor a 5 años, requiere respuestas rápidas y multifacéticas, entre ellas ampliar la oferta exportable de nuestro país – no seguir jugando “a los dados sojeros” – , propender al ahorro y la eficiencia en el uso de la energía y recuperar un marco legal de estímulo a las inversiones de origen local y externo
Leía hace unos días atrás en la Revista, una nota con diversos comentarios con respecto al cierre de la balanza comercial de este año y las proyecciones para el próximo; en ella diversos especialistas señalaban las dificultades crecientes para lograr metas cuantitativas elevadas aún en un escenario de restricciones mediante las DJAI y cepo cambiario de por medio.
Mi punto de vista tiene al respecto, algunas diferencias conceptuales con lo allí expresado y básicamente mis discrepancias se refieren al hecho de que estamos muy cerca del agotamiento de las políticas defensivas, que sirvieron por un tiempo, para detener – parcialmente – la salida de divisas, pero que ya no alcanzan y por el contrario están mostrando sus consecuencias negativas: desabastecimiento de insumos, repuestos, partes; tendencia a la sobrefacturación de importaciones y subfacturación de las exportaciones; caídas de actividad sobretodo en industrias y economías regionales ligadas a la exportación; déficit muy agudo en turismo y cuentas muy negativas en las importaciones de combustibles y energía que por su propia naturaleza no se pueden detener so pena de paralizar la actividad económica.[1]
Como el déficit de la balanza comercial energética tiene para varios años para su solución, siempre y cuando haya un marco legal permanente – no decretos – que incentive las inversiones tanto en lo que hace a recursos convencionales como no convencionales y que los costos argentinos de explotación sean competitivos con los de otros países, como Estados Unidos; va llegando el momento para que  otras políticas reemplacen a las actuales, para que por un lado amplíen la oferta exportable argentina y que por otro ahorren y hagan eficiente el uso de los recursos energéticos, ahora y por n…años escasos.
Se puede aumentar la oferta exportable? Me detuve a observar las metas del PEA (Plan Estratégico Alimentario 2011) 2016-2020 y extraje de allí los siguientes complejos que tenían sólidas bases para crecer en función a las tendencias de demanda de los mercados internacionales, con ofertas que dadas ciertas políticas y estímulos podían aumentar su superficie – en general levemente -, sus rindes por HA, su tasa de extracción, su producción litros/ vaca, su transformación de maíz y soja en proteína animal y los bio-combustibles.[2]
Con políticas amigables que era esperable para el cumplimiento del Plan, este permitía prácticamente duplicar las exportaciones de base agraria y agro-industrial entre el 2010, año tomado como base y el 2020, pero con fuertes incrementos a lo largo de toda la década, dicho en otras palabras para el 2014 habríamos estado un 30/40 % por encima del origen. Un 30 % de mayores exportaciones en el 2014 implicarían 12.000 millones de U$S adicionales, que obviamente no lo vamos a tener, pero sí se podrían lograr en 2/3 años
Que rubros eran los más destacados: Trigo y panificados; lácteos; carne vacuna; maíz y girasol; porcino y aviar; biodiesel y bioetanol; frutas y legumbres frescas y procesadas; vinos y jugos.
El caso de los biocombustibles que se los veía para el mercado interno y la exportación, ahora tendrían que ser observados como indispensables para aumentar los cortes obligatorios, habida cuenta de las importaciones de gasoil y en menor medida de naftas[3]
El objetivo de ahorro y eficiencia energética comienzan con tarifas similares para todos los usuarios de cada segmento de consumo y un programa como tienen numerosos países y ciudades en el mundo, que ligan el ahorro de energía a las políticas de combate al calentamiento global y de cuidado medio ambiental. En este sentido cabe rescatar, como ejemplo, el caso del Brasil que de una situación de crisis energética muy grave, años 2002-03 con una  sequía prolongada que afectó la generación hidroeléctrica, el gobierno la enfrentó adoptando una política de premios al ahorro y de castigo al consumo excesivo, de la cual derivó hasta nuestros días una conciencia colectiva de la importancia de usar racionalmente las fuentes de energía y surgieran al mismo tiempo, numerosas iniciativas empresariales dedicadas a la eficiencia energética y al uso de energías renovables.[4]
Un recuadro final: Es necesario un marco legal permanente para quienes inviertan en energía, pero en realidad el concepto es válido para toda la actividad económica; el ejemplo más claro de esa necesidad es nuevamente el sector agropecuario, cuanta inversión argentina ha mejorado el agro en los países de la región, que hubieran podido destinarse a que esas metas del PEA fueran actualmente una realidad y no como hasta ahora un potencial a la espera de su oportunidad





  
  










[1] El déficit en turismo que se amplió fuertemente en el último año tiene que ver con el hecho que muchos de los que vienen a nuestro país – sobre todo de países limítrofes – liquidan sus monedas por el mercado paralelo, no por el oficial, mientras para el emisivo argentinos al exterior, gastan todo lo que les dan sus tarjetas por el mercado oficial
[2] El autor fue responsable del equipo de la UNTREF que trabajara en Tendencias de los Mercados Internacionales para los diferentes complejos exportadores. La Universidad Austral fue responsable de determinar Agregados de Valor en las cadenas productivas, la FCE-UBA (plan Fenix) en el modelo macro y el INTA en la determinación de los techos productivos entre otros aspectos bajo su responsabilidad
[3] El Presupuesto 2014 prevé créditos y exención del ITC para la importación de 7 Millones de m3 de gasoil y 1 M de naftas más un 20 % adicional
[4] Este ejemplo se repite en los países escandinavos, Canadá, Francia, Alemania, Japón y en numerosas ciudades asociadas de todo el mundo asociadas en este esfuerzo

martes, 17 de diciembre de 2013

El valor del oro como moneda

¿Por qué valoramos tanto el oro?

Cocodrilo de oro precolombino
La actitud de los seres humanos frente al oro es extraña. Químicamente, no es interesante: a duras penas reacciona con otros elementos. No obstante, de los 118 elementos de la tabla periódica, el oro es el que hemos tendido a escoger como moneda de cambio... ¿por qué?
¿Por qué no osmio o cromo o helio... o quizás seaborgio?
No soy el primero en preguntarlo, pero lo estoy haciendo desde uno de los más lugares más irresistibles para hacerse esa pregunta: la extraordinaria exposición de artefactos precolombinos del Museo Británico.
Fue ahí donde me encontré con Andrea Sella, profesor de química del University College de Londres, al lado de una exquisita pechera de oro puro martillado.
Sacó una copia de la tabla periódica.
Tabla periódica de elementos químicos
"Algunos elementos son fáciles de descartar", me dice, haciendo un gesto hacia el lado derecho de la tabla.
"Aquí tenemos los gases nobles y los halógenos. Un gas nunca va a servir como moneda. No es práctico cargar pequeñas ampollas de gas".
"Además no tienen color: ¿cómo va a saber uno qué es?"
Los dos elementos líquidos (a temperatura y presión ambiente) -mercurio y bromo- también serían poco prácticos. Además ambos son venenosos, la cual no es una cualidad que se aprecia en ningún tipo de monedas. Por la misma razón, podemos descartar el arsénico y varios otros.

Monedas explosivas

Particularidades del oro

Oro
  • Símbolo: Au (del latín aurum)
  • Número atómico: 79
  • Masa atómica: 196.97
  • Uno de los metales nobles que no se oxida en condiciones normales
  • Usado en joyería, electrónica, la industria aeroespacial y medicina
  • Se piensa que la mayoría del oro que se encuentra en la corteza terrestre se deriva de meteoritos
  • Los más grandes productores son China, Australia, Estados Unidos y Rusia
Fuente: US Geological Survey
Sella desvía su atención entonces hacia el lado izquierdo de la tabla.
"Podemos excluir también a la mayoría de estos elementos", dice.
"Los metales alcalinos y las tierras son demasiado reactivas. Mucha gente recordará cuando en el colegio metían sodio o potasio en agua: burbujean y luego estallan, y dinero explosivo no es muy conveniente".
Un argumento similar se aplica a otra clase entera de elementos, los radioactivos: uno no quiere dinero que le dé cáncer.
Quedan eliminados el torio, uranio y plutonio, junto con todo un bestiario de elementos creados sintéticamente -rutherfodio, seaborgio, unumpentio, einstenio- que sólo pueden existir por un momento como parte de un experimento de laboratorio antes de descomponerse radioactivamente.
Y luego está el grupo llamado "tierras raras", la mayoría son menos raras que el oro.
Desafortunadamente, son difíciles de distinguir químicamente, así que uno nunca sabría qué tiene en el bolsillo.

Diminutas u oxidadas

Eso nos deja con el área del medio de la tabla periódica, los metales transicionales y postransicionales.
Este grupo de 49 elementos incluye algunos nombres conocidos, como hierro, aluminio, cobre, plomo y plata.
Metales de transicion
Los metales de transición parecen prestarse para hacer monedas, pero tienen sus problemas.
Pero al examinarlos se evidencia que casi todos presentan serias desventajas.
Tenemos algunos elementos muy duros y durables a la izquierda: titanio y zirconio, por ejemplo.
El problema es que son muy difíciles de fundir. Se necesita que la caldera alcance unos 1.000ºC antes de poder empezar a extraer estos metales de sus minerales.
El aluminio también es difícil de extraer y es demasiado endeble para usarlo en monedas.
La mayoría de los otros metales en este grupo no son estables: se corroen al ser expuestos al agua o se oxidan con el aire.
El hierro, por ejemplo. En teoría parece un buen candidato a moneda. Es atractivo y se puede pulir hasta que brilla. El problema es el óxido: a menos de que uno lo mantenga completamente seco, es probable que se corroa.
Podemos excluir el plomo y el cobre por las mismas razones. Ha habido sociedades que han hecho dinero de ambos pero sus monedas no aguantaron el paso del tiempo, literalmente.

Ocho finalistas

Entonces, ¿qué nos queda?
Rodio
¿Monedas de rodio? Serían diminutas.
De los 118 elementos nos quedamos con apenas ocho contendientes: platino, paladio, rodio, iridio, osmio y rutenio, junto con los ya familiares oro y plata.
Se les conoce como metales nobles, "nobles" porque reaccionan muy poco químicamente con otros compuestos químicos.
También son muy raros, y ese es un criterio importante cuando se trata de encontrar una moneda de cambio ideal.
Incluso si el hierro no se oxidara, no sería una buena base para una moneda pues hay mucho a disposición.
Con todos los metales nobles, excepto el oro y la plata, el problema es el opuesto. Son tan escasos que habría que acuñar monedas diminutas, que se perderían con facilidad.
Además, son difíciles de extraer. El punto de fusión del platino es 1.768ºC.
Eso deja sólo dos elementos: el oro y la plata.
Ambos son escasos pero no imposiblemente raros. Ambos tienen un punto de fusión relativamente bajo y por ende son fáciles de tornar en monedas, lingotes o joyas.
Pero la plata se oscurece: reacciona con pequeñísimas cantidades de sulfuro en el aire.
Y es por eso que valoramos particularmente al oro.

Poco interesante pero...

Resulta que la razón por la que el oro es precioso es precisamente porque químicamente no es interesante.
Figura precolombina
¡Cientos de años más tarde y sigue tan brillante como el día en que lo hicieron!
El que sea relativamente inerte implica que se puede crear un elaborado jaguar dorado, como hicieron los indígenas precolombinos, y confiar en que mil años más tarde podrá exhibirse en un museo en el centro de Londres, todavía prístino.
¿Qué nos dice este proceso de eliminación elemental sobre qué hace una buena moneda?
Primero, que no tiene que tener ningún valor intrínseco. Una moneda sólo tiene valor porque nosotros, como sociedad, decidimos que lo tiene.
Como vimos, también tiene que ser estable, portátil y no tóxica. Y debe ser bastante rara... muchos se sorprenderían de cuán poco oro hay en el mundo.
Si se juntara cada arete, moneda de oro, gránulos diminutos en todos las chips de las computadoras del mundo, todas las estatuas precolombinas, cada argolla de matrimonio y se fundieran, se estima que lo que quedaría es un cubo de 20 metros, más o menos.

...precioso

Por qué el oro es dorado

Cara precolombina en oro
El color dorado del oro fue un misterio hasta hace poco, dice Andrea Sella.
El secreto está en su estructura atómica. "La mecánica cuántica por sí sola no lo explica", señala.
"Cuando se trata del oro uno encuentra que el átomo es tan pesado y los electrones se mueven tan rápido que uno tiene que incluir la teoría de la relatividad de Einstein en las matemáticas".
"Es sólo cuando uno mezcla mecánica cuántica con relatividad que de repente lo entiende".
A diferencia de otros metales, que en su forma pura reflejan la luz directamente, los electrones en el oro "se agitan un poco", explica Sella, y el resultado es que el oro "absorbe un poco del espectro azul de la luz, lo que le da a la luz que se refleja ese distintivo color dorado".
Pero la escasez y la estabilidad no son todo. El oro tiene otra cualidad que le hace destacarse entre todos los contendientes de la tabla periódica: es dorado.
Todos los demás metales son plateados excepto el cobre y, como ya vimos, éste se corroe, tornándose verde cuando se expone a la humedad del aire.
Eso hace que el oro sea distintivo.
"Ese es el otro secreto del éxito del oro como moneda", dice Sella. "El oro es increíblemente bello".
Entonces, ¿cómo es que ya no se usa el oro como moneda?
El momento trascendental llegó en 1973, cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, decidió cortar los lazos del dólar estadounidense con el oro.
Desde entonces, todas las principales monedas son fiduciarias, es decir que la ley del país dice que hay que aceptarla como pago, aunque no esté respaldada por materiales preciosos sino por una promesa.
Nixon tomó esa decisión por la simple razón de que EE.UU. estaba quedándose sin suficiente oro para respaldar todos los dólares que había impreso.

El momento del adiós

Y ese es el problema del oro. Su suministro no va a la par con las necesidades de la economía. El suministro de oro depende de lo que se pueda extraer de las minas.
En el siglo XVI, cuando Europa descubrió que existía Suramérica y sus vastos depósitos, el valor del oro cayó, y por ello hubo un enorme aumento en el precio de todo lo demás.
Oro
El oro es ideal, pero la economía exige demasiado.
Desde entonces, el problema ha sido típicamente el opuesto: el suministro de oro ha sido muy rígido. Por ejemplo, muchos países evitaron la Gran Depresión en los años 30 desligando sus monedas del patrón oro. Al hacerlo, quedaron en libertad de imprimir más dinero y reactivar sus economías.
La demanda de oro puede variar incontrolablemente y, con un suministro fijo, eso puede llevar a cambios igualmente incontrolables en el precio.
En el ejemplo más reciente, el precio varió de US$260 por onza troy en 2001 a US$1.921,15 en septiembre de 2011, antes de caer a US$1.230, que es el precio actual.
Ese no es el comportamiento de un valor estable.
Así que, parafraseando a Winston Churchill, el oro es el peor elemento para ser moneda.
Aparte de todos los demás.