REVISTA CONTAINER Nº 97 – Octubre 2013
Encrucijada o nuevas políticas
Por Raúl Ochoa
Las cifras de intercambio comercial van indicando las crecientes
limitaciones a las políticas defensivas de control de las importaciones y de cepo
cambiario. La gravedad de la crisis energética y su posible continuidad por un
período no menor a 5 años, requiere respuestas rápidas y multifacéticas, entre
ellas ampliar la oferta exportable de nuestro país – no seguir jugando “a los
dados sojeros” – , propender al ahorro y la eficiencia en el uso de la energía
y recuperar un marco legal de estímulo a las inversiones de origen local y
externo
Leía hace unos días atrás en la Revista, una nota con diversos
comentarios con respecto al cierre de la balanza comercial de este año y las
proyecciones para el próximo; en ella diversos especialistas señalaban las
dificultades crecientes para lograr metas cuantitativas elevadas aún en un
escenario de restricciones mediante las DJAI y cepo cambiario de por medio.
Mi punto de vista tiene al respecto, algunas diferencias
conceptuales con lo allí expresado y básicamente mis discrepancias se refieren
al hecho de que estamos muy cerca del agotamiento de las políticas defensivas,
que sirvieron por un tiempo, para detener – parcialmente – la salida de
divisas, pero que ya no alcanzan y por el contrario están mostrando sus
consecuencias negativas: desabastecimiento de insumos, repuestos, partes;
tendencia a la sobrefacturación de importaciones y subfacturación de las
exportaciones; caídas de actividad sobretodo en industrias y economías
regionales ligadas a la exportación; déficit muy agudo en turismo y cuentas muy
negativas en las importaciones de combustibles y energía que por su propia
naturaleza no se pueden detener so pena de paralizar la actividad económica.[1]
Como el déficit de la balanza comercial energética tiene para varios
años para su solución, siempre y cuando haya un marco legal permanente – no
decretos – que incentive las inversiones tanto en lo que hace a recursos
convencionales como no convencionales y que los costos argentinos de
explotación sean competitivos con los de otros países, como Estados Unidos; va
llegando el momento para que otras
políticas reemplacen a las actuales, para que por un lado amplíen la oferta
exportable argentina y que por otro ahorren y hagan eficiente el uso de los
recursos energéticos, ahora y por n…años escasos.
Se puede aumentar la oferta exportable? Me detuve a observar las
metas del PEA (Plan Estratégico Alimentario 2011) 2016-2020 y extraje de allí
los siguientes complejos que tenían sólidas bases para crecer en función a las
tendencias de demanda de los mercados internacionales, con ofertas que dadas
ciertas políticas y estímulos podían aumentar su superficie – en general
levemente -, sus rindes por HA, su tasa de extracción, su producción litros/
vaca, su transformación de maíz y soja en proteína animal y los
bio-combustibles.[2]
Con políticas amigables que era esperable para el cumplimiento del
Plan, este permitía prácticamente duplicar las exportaciones de base agraria y
agro-industrial entre el 2010, año tomado como base y el 2020, pero con fuertes
incrementos a lo largo de toda la década, dicho en otras palabras para el 2014
habríamos estado un 30/40 % por encima del origen. Un 30 % de mayores
exportaciones en el 2014 implicarían 12.000 millones de U$S adicionales, que
obviamente no lo vamos a tener, pero sí se podrían lograr en 2/3 años
Que rubros eran los más destacados: Trigo y panificados; lácteos;
carne vacuna; maíz y girasol; porcino y aviar; biodiesel y bioetanol; frutas y
legumbres frescas y procesadas; vinos y jugos.
El caso de los biocombustibles que se los veía para el mercado
interno y la exportación, ahora tendrían que ser observados como indispensables
para aumentar los cortes obligatorios, habida cuenta de las importaciones de
gasoil y en menor medida de naftas[3]
El objetivo de ahorro y eficiencia energética comienzan con tarifas
similares para todos los usuarios de cada segmento de consumo y un programa
como tienen numerosos países y ciudades en el mundo, que ligan el ahorro de
energía a las políticas de combate al calentamiento global y de cuidado medio
ambiental. En este sentido cabe rescatar, como ejemplo, el caso del Brasil que
de una situación de crisis energética muy grave, años 2002-03 con una sequía prolongada que afectó la generación hidroeléctrica,
el gobierno la enfrentó adoptando una política de premios al ahorro y de
castigo al consumo excesivo, de la cual derivó hasta nuestros días una
conciencia colectiva de la importancia de usar racionalmente las fuentes de
energía y surgieran al mismo tiempo, numerosas iniciativas empresariales
dedicadas a la eficiencia energética y al uso de energías renovables.[4]
Un recuadro final: Es
necesario un marco legal permanente para quienes inviertan en energía, pero en
realidad el concepto es válido para toda la actividad económica; el ejemplo más
claro de esa necesidad es nuevamente el sector agropecuario, cuanta inversión
argentina ha mejorado el agro en los países de la región, que hubieran podido destinarse
a que esas metas del PEA fueran actualmente una realidad y no como hasta ahora
un potencial a la espera de su oportunidad
[1] El déficit en turismo que se amplió fuertemente en el último año
tiene que ver con el hecho que muchos de los que vienen a nuestro país – sobre
todo de países limítrofes – liquidan sus monedas por el mercado paralelo, no
por el oficial, mientras para el emisivo argentinos al exterior, gastan todo lo
que les dan sus tarjetas por el mercado oficial
[2] El autor fue responsable del equipo de la UNTREF que trabajara en
Tendencias de los Mercados Internacionales para los diferentes complejos
exportadores. La Universidad Austral fue responsable de determinar Agregados de
Valor en las cadenas productivas, la FCE-UBA (plan Fenix) en el modelo macro y
el INTA en la determinación de los techos productivos entre otros aspectos bajo
su responsabilidad
[3] El Presupuesto 2014 prevé créditos y exención del ITC para la
importación de 7 Millones de m3 de gasoil y 1 M de naftas más un 20 % adicional
[4] Este ejemplo se repite en los países escandinavos, Canadá, Francia,
Alemania, Japón y en numerosas ciudades asociadas de todo el mundo asociadas en
este esfuerzo
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