lunes, 30 de diciembre de 2013

Encrucijada o nuevas políticas Por Raúl Ochoa

REVISTA CONTAINER Nº 97 – Octubre 2013
Encrucijada o nuevas políticas
Por Raúl Ochoa
Las cifras de intercambio comercial van indicando las crecientes limitaciones a las políticas defensivas de control de las importaciones y de cepo cambiario. La gravedad de la crisis energética y su posible continuidad por un período no menor a 5 años, requiere respuestas rápidas y multifacéticas, entre ellas ampliar la oferta exportable de nuestro país – no seguir jugando “a los dados sojeros” – , propender al ahorro y la eficiencia en el uso de la energía y recuperar un marco legal de estímulo a las inversiones de origen local y externo
Leía hace unos días atrás en la Revista, una nota con diversos comentarios con respecto al cierre de la balanza comercial de este año y las proyecciones para el próximo; en ella diversos especialistas señalaban las dificultades crecientes para lograr metas cuantitativas elevadas aún en un escenario de restricciones mediante las DJAI y cepo cambiario de por medio.
Mi punto de vista tiene al respecto, algunas diferencias conceptuales con lo allí expresado y básicamente mis discrepancias se refieren al hecho de que estamos muy cerca del agotamiento de las políticas defensivas, que sirvieron por un tiempo, para detener – parcialmente – la salida de divisas, pero que ya no alcanzan y por el contrario están mostrando sus consecuencias negativas: desabastecimiento de insumos, repuestos, partes; tendencia a la sobrefacturación de importaciones y subfacturación de las exportaciones; caídas de actividad sobretodo en industrias y economías regionales ligadas a la exportación; déficit muy agudo en turismo y cuentas muy negativas en las importaciones de combustibles y energía que por su propia naturaleza no se pueden detener so pena de paralizar la actividad económica.[1]
Como el déficit de la balanza comercial energética tiene para varios años para su solución, siempre y cuando haya un marco legal permanente – no decretos – que incentive las inversiones tanto en lo que hace a recursos convencionales como no convencionales y que los costos argentinos de explotación sean competitivos con los de otros países, como Estados Unidos; va llegando el momento para que  otras políticas reemplacen a las actuales, para que por un lado amplíen la oferta exportable argentina y que por otro ahorren y hagan eficiente el uso de los recursos energéticos, ahora y por n…años escasos.
Se puede aumentar la oferta exportable? Me detuve a observar las metas del PEA (Plan Estratégico Alimentario 2011) 2016-2020 y extraje de allí los siguientes complejos que tenían sólidas bases para crecer en función a las tendencias de demanda de los mercados internacionales, con ofertas que dadas ciertas políticas y estímulos podían aumentar su superficie – en general levemente -, sus rindes por HA, su tasa de extracción, su producción litros/ vaca, su transformación de maíz y soja en proteína animal y los bio-combustibles.[2]
Con políticas amigables que era esperable para el cumplimiento del Plan, este permitía prácticamente duplicar las exportaciones de base agraria y agro-industrial entre el 2010, año tomado como base y el 2020, pero con fuertes incrementos a lo largo de toda la década, dicho en otras palabras para el 2014 habríamos estado un 30/40 % por encima del origen. Un 30 % de mayores exportaciones en el 2014 implicarían 12.000 millones de U$S adicionales, que obviamente no lo vamos a tener, pero sí se podrían lograr en 2/3 años
Que rubros eran los más destacados: Trigo y panificados; lácteos; carne vacuna; maíz y girasol; porcino y aviar; biodiesel y bioetanol; frutas y legumbres frescas y procesadas; vinos y jugos.
El caso de los biocombustibles que se los veía para el mercado interno y la exportación, ahora tendrían que ser observados como indispensables para aumentar los cortes obligatorios, habida cuenta de las importaciones de gasoil y en menor medida de naftas[3]
El objetivo de ahorro y eficiencia energética comienzan con tarifas similares para todos los usuarios de cada segmento de consumo y un programa como tienen numerosos países y ciudades en el mundo, que ligan el ahorro de energía a las políticas de combate al calentamiento global y de cuidado medio ambiental. En este sentido cabe rescatar, como ejemplo, el caso del Brasil que de una situación de crisis energética muy grave, años 2002-03 con una  sequía prolongada que afectó la generación hidroeléctrica, el gobierno la enfrentó adoptando una política de premios al ahorro y de castigo al consumo excesivo, de la cual derivó hasta nuestros días una conciencia colectiva de la importancia de usar racionalmente las fuentes de energía y surgieran al mismo tiempo, numerosas iniciativas empresariales dedicadas a la eficiencia energética y al uso de energías renovables.[4]
Un recuadro final: Es necesario un marco legal permanente para quienes inviertan en energía, pero en realidad el concepto es válido para toda la actividad económica; el ejemplo más claro de esa necesidad es nuevamente el sector agropecuario, cuanta inversión argentina ha mejorado el agro en los países de la región, que hubieran podido destinarse a que esas metas del PEA fueran actualmente una realidad y no como hasta ahora un potencial a la espera de su oportunidad





  
  










[1] El déficit en turismo que se amplió fuertemente en el último año tiene que ver con el hecho que muchos de los que vienen a nuestro país – sobre todo de países limítrofes – liquidan sus monedas por el mercado paralelo, no por el oficial, mientras para el emisivo argentinos al exterior, gastan todo lo que les dan sus tarjetas por el mercado oficial
[2] El autor fue responsable del equipo de la UNTREF que trabajara en Tendencias de los Mercados Internacionales para los diferentes complejos exportadores. La Universidad Austral fue responsable de determinar Agregados de Valor en las cadenas productivas, la FCE-UBA (plan Fenix) en el modelo macro y el INTA en la determinación de los techos productivos entre otros aspectos bajo su responsabilidad
[3] El Presupuesto 2014 prevé créditos y exención del ITC para la importación de 7 Millones de m3 de gasoil y 1 M de naftas más un 20 % adicional
[4] Este ejemplo se repite en los países escandinavos, Canadá, Francia, Alemania, Japón y en numerosas ciudades asociadas de todo el mundo asociadas en este esfuerzo

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