martes, 10 de abril de 2012

Variables del comercio intra industrial Mercosur/América Latina con Asia Pacífico e India



El desarrollo de un futuro comercio intra industrial entre los países de América Latina con el Eje Asia Pacífico e India, en términos de beneficios reales para nuestros países puede depender de una serie  de variables que desglosaremos en los siguientes términos:

1.       Alianzas Estratégicas y Acuerdos de Integración.

Una de las variables a analizar debe ser ¿cómo América Latina se enfrenta a los Tigres del Sudeste Asiático (Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia); los Dragones (Taiwán, Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y los restantes países de la Península Indo China y algunos de Asia del Sur); o al Elefante (India)?, pues bien, esto pareciera ser una falacia, ya que el ideal integrador parece haberse quedado en el discurso de Angostura y en otros románticos legados de nuestros próceres.

Los países de América Latina están negociando en forma separada y por ello, sin ningún tipo de estrategia compartida, para el mejor aprovechamiento de la relación. Como bien lo estableció Nicolás Maquiavelo en su obra El Príncipe: divide y vencerás, que en el caso de nuestros pueblos se aplica de forma clara con la imposibilidad de lograr una integración con nuestros pares y vecinos, salvo algunos contados intentos que pueden traducirse en más ideales que reales. 

Como bien lo comenta Bermúdez Liévano[1] (La Nación; 2011), las relaciones comerciales entre China y América Latina han crecido de manera sostenida desde hace 20 años y han sido las únicas que se han incrementado a un ritmo del 25% en los últimos cinco años. Tanto así que el país asiático podría superar a la Unión Europea como el segundo destino de las exportaciones latinoamericanas en 2014 y como segundo proveedor en 2015, según proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Este autor nos muestra que aunque China habla de la región en su conjunto, negocia individualmente, -esto es un claro indicio que China aprovecha los potenciales de cada país por separada- y nos dice que Beijing ya es el primer socio comercial de Chile y Brasil, y el segundo para Argentina, Costa Rica y Perú, sin olvidar a Venezuela en materia de energía; pero la región se ha convertido en el quinto socio comercial de China.

América Latina –criterio que comparto- aún no aprovecha el rol e influencia que podría tener si negocia en bloque. Individualmente, cada país no pesa mucho en la ecuación, pero al mirar los números regionales el panorama cambia -o podría cambiar-. Los productos latinoamericanos sólo representan el 6% de las compras chinas y el intercambio depende en gran medida de la demanda china de materias primas minerales, agrícolas y energéticas, elementos claves del desarrollo y poder de una nación.

Algunos de los temas que han surgido, es la necesidad de prepararse en las áreas de Turismo y cantidad de vuelos por la afluencia de Asiáticos atraídos por nuestras bellezas naturales; de puertos por la inminente penetración de productos de China que vienen por vía marítima; la coordinación de políticas, donde ya hay acuerdos como en materia medioambiental; y crear una agenda para el intercambio académico, cultural y de investigación.

Siendo así, y en el entendido que cada país tiene sus propias características, es evidente que podría convenir el establecimiento de una agenda conjunta -al menos sobre lo que no se debería permitir-; que incluya parámetros claves sobre el cuidado de la soberanía y las áreas de influencia específica o concesiones que deberían resguardarse en nuestros países. Y por último, en esta materia, una coordinación para la generación de fondos de ayuda y capacitación para el uso de la tecnología, para hacernos cada día menos dependiente de la inversión extranjera.

En el caso de los procesos de integración ya existentes, como por ejemplo el Mercosur, estos ya implican un esfuerzo por parte de las naciones para llegar a acuerdos de comercialización. Sin embargo, y a pesar de constituir una base para negociar en conjunto en una relación más estrecha, todos no tienen las mismas necesidades ni potencialidades. Por ello, para que la misma pudiese ser exitosa se requeriría fijar los elementos y designar una comisión conjunta con una agenda generalizada y con los elementos pre diseñados para que el bloque pueda alcanzar una alianza estratégica.

2.       Infraestructuras de Comunicaciones y Transporte.

Siguiendo a Moneta[2] (2002), desde el punto de vista estratégico, la constitución de redes de transporte marítimo y aéreo a partir de la vinculación de distintas zonas, junto con la organización de flujos de transporte que articulan las áreas del interior con las zonas costeras, ha dado lugar en la Gran Zona Económica China, a la generación de sub zonas de rápido crecimiento. En estas zonas se combinan capitales empresariales y bancarios, tecnología y gestión con mano de obra y recursos naturales.

Esta narrativa muestra que la interconexión de ejes de transporte ha sido parte de las acciones emprendidas por la planificación asiática para el logro del desarrollo. Implica, la articulación altamente dinámica que permite operar el comercio y las inversiones en forma eficiente. Si a estas fuentes de transporte se le añade la red de comunicaciones evidentemente se aumenta su eficacia.

Conforme a lo expresado por el autor es forzoso concluir que junto al imprescindible conocimiento de los actores y circunstancias locales, estar interiorizado en el papel que juegan estas redes y disponer de la capacidad para lograr la vinculación entre ellas, configuran valiosas ventajas comparativas para un adecuado acceso a los mercados de China.

Si observamos el lado latinoamericano, la mayoría de nuestros países no cuenta con estas redes de información, comunicación y transporte, lo cual hace más marcada la diferencia geográfica entre la capital y las provincias, así como la dificultad para atraer condiciones propicias de desarrollo e inversión.

Una alternativa podría estar encaminada en los acuerdos de cooperación reciproca, en las que cada nación recibe lo que necesita, evidenciando que cada país latinoamericano en la medida de los productos exportables que naturalmente le correspondan, pudiese derivar en parte la negociación para la generación de fondos para la inversión y dinamización de los ejes intermodales de transporte.

La otra alternativa a nivel de negociación sería establecer el contenido y la planificación de las obras necesarias para la mejora de estas interconexiones, tales como subterráneos, ferrocarriles, sistemas de transporte masivo, entre otras. Y conforme a ello, mediante la figura de fideicomisos aportar en forma conjunta para el desembolso de las obras por etapas. 

Por otra parte, Moneta[3] (2005) nos presenta una serie de líneas de acción que debe asumir Argentina/MERCOSUR, en la posible relación de un desarrollo en el comercio intra industrial con Asía Pacífico, las cuales pueden resumirse en:
  • Los Procesos de Integración en AP , aumentará su peso económico y acción estratégica mundial
  • Parece  para Argentina/ MERCOSUR más conveniente recibirlo individualmente que como colectivo
  • La política competitiva defensiva de AP, podría inducir a conductas competitvas en AL
  • Puede generarse un cambio en la posición asiática, en forma especial en su inserción en la región de AL
  • Cambiaría las áreas de influencia en los ejes  de Chile y Mexico
  • Puede acrecentarse el uso de las asimetrías  y ocupación de espacios vacíos en la región  para acceso a recursos y posicionamiento comercial.
  • Como preventivo es conveniente para los países de la región lograr el mayor grado de concertación  y estrategias de negociación, mediante la articulación de las políticas y actores públicos y privados.
  • Urge desarrollar líneas de acción respecto a la relación AP, la relación diplomática y concertación del proyecto estratégico regional.
  • Establecer los modelos de costos y beneficios para lograr el equilibrio  sociopolítico y cultural.
Este conjunto de líneas como bien lo expresa el autor son algunos de los elementos a tomar en cuenta, sin embargo es prudente concluir en este particular, que nuestros países de América deben buscar la alianza estratégica para la negociación como bloque, siempre en procura de recibir de las alianzas que se logren con el bloque o individualmente con los países de Asía Pacífico e India la transferencia de tecnología para evitar la dependencia y el ingreso de productos, que permite la entrega de divisas y el desequilibrio en la balanza de pagos. Por otra parte, es menester aprovechar el interés de estos países (AP) para la concreción de proyectos de mediano y largo plazo en materia Transporte y Comunicaciones pero con una visión de inter modalidad e interconexión. Adicionalmente, se deben crear zonas en nuestros países destinadas al aprovechamiento de la inversión en tecnología y desarrollo para generar empleos y activar zonas alejadas o deprimidas.

3.       Inversiones en Investigación y Desarrollo

Sobre esta estrategia sería necesaria una discusión más amplia, sin embargo a manera de alimentar la discusión en estos temas, como lo explanan Correa y González[4] (2006) la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) en 2006,  establecieron como una clave para el análisis de la atracción de las Inversiones Extranjeras Directas imitar las experiencias de ciertos países de Asia, donde los gobiernos consideran la educación en función de las necesidades de la industria, estimulan la colaboración público-privada en investigación y desarrollo, impulsan la instalación de parques tecnológicos y crean un régimen de protección de derechos de propiedad intelectual.

Estos autores afirman que los problemas sociales y económicos de América Latina podrán disminuir si, desde la región (AL) como un todo o desde cada país (TLCs), se diseña una estrategia global de competencia y asociación con China, país que por su nivel de crecimiento requerirá insumos, bienes industriales, de alta tecnología y alimentos.

A modo de conclusión, es pertinente establecer que nuestros países tienen un reto entre manos, que es alcanzar el mayor desarrollo posible con la inminente inversión extranjera, para ello es conveniente lograr una combinación y armonización de nuestras legislaciones para conformar condiciones económicas propicias para que con la participación de los empresarios privados, participación de la ciudadanía organizada y del estado se logre concretar la creación, implementación y empuje de empresas de capital mixto que puedan continuar en la generación de nuevas empresas, reinvertirse y multiplicar su potencial para la generación de nuevas empresas, es decir, inversión que genera más inversión, desarrollo que genera más desarrollo y trabajo que genera más trabajo.
               
Autor: Antonio Tadeo Abche Morón. 
Artículo de Opinión correspondiente al Seminario: 
Asia del Pacífico: La construcción de vínculos económicos y estratégicos para Argentina/ MERCOSUR. Dictado por: Carlos Moneta y Sergio Cesarín.
Universidad Nacional de Tres de Febrero, CABA, Argentina. Agosto - Diciembre del 2011
Para dar respuesta al Tema: ¿Cuál/cuáles de las siguientes variables: Alianzas estratégicas; Infraestructuras de Comunicaciones, Transporte, etc; Acuerdos de Integración; Transferencias Tecnológicas; Inversiones en Investigación y Desarrollo; mayor estabilidad institucional y persistencia de las reglas de juego; pueden favorecer el desarrollo futuro de un comercio intra industrial de Argentina/Mercosur/América Latina con Asia Pacífico e India?

[1] Artículo: BERMÚDEZ LIÉVANO, Andrés. (21/11/2011). América Latina ante el reto de unirse para negociar con China. Diario La Nación. Consultado en Abril del 2012 en: http://china-files.com/es/link/12816/america-latina-ante-el-dilema-de-unirse-para-negociar-con-china
[2] MONETA, Juan Carlos. (2002). China: Posibilidades de Vinculación Económica a partir de su Desarrollo Regional. Páginas 157 – 160.  En: CESARIN, Sergio y MONETA, Juan Carlos. (comp). (2002). China: Perspectivas del Presente, desafíos del futuro. Editorial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Argentina.
[3] MONETA, Carlos Juan. (2005). China y el nuevo proceso de institucionalización de la integración en Asía Pacífico: Perspectivas para la Argentina/MERCOSUR y América Latina.. En: CESARÍN, Sergio y MONETA, Carlos. (Comp). (2005). China y América Latina. Nuevos Enfoques Sobre Cooperación y Desarrollo. ¿Una Segunda Ruta de la Seda?. Red de Centros de Estudio de Asia y El Pacífico, de América Latina y El Caribe REDEALAP. Instituto para la Integración de América Latina y El Caribe INTAL. Editado por BID-INTAL. Buenos Aires, Argentina.   
[4] CORREA, Gabriela y GONZÁLEZ, Juan. (2006). La inversión extranjera directa: China como competidor y socio estratégico. En Revista Nueva Sociedad Número 206. Junio del 2006. Argentina.

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